martes, 20 de octubre de 2009

KARATE NI SENTE NANSI, NO HAY PRIMER GOLPE EN EL KARATE


Los hermanos Francisco y José Egea, campeones del mundo en sus respectivas categorías
 Técnica de mawashi  geri. Fotografía copyright Revista Cinturón Negro

“Ante un oponente, nunca levantes la mano el primero. Solo cuando sea absolutamente necesario, podrás hacerlo. Pero entonces, que tu intención no sea la de matar o de herir, sino solamente bloquear su ataque. Si él continua, entonces podrás adoptar una actitud, que le demuestre claramente, que mejor sería que desistiera”.
Como ya lo advirtiera, hace ya muchos años, en la isla de Okinawa de Japón, el Maestro, el Sensei, Kenwa Mabuni, fundador del Karate Do, el Camino de la Mano Desnuda, no hay un primer golpe en el karate: Karate ni sente Nansi.

El Sensei Kenwa Mabuni
Mabuni, descendiente directo del gran samurai Onigusuki, tuvo un sabio y largo aprendizaje con el maestro Itosu, Shi, el cual le enseñó un gran número de katas y técnicas de Shurite. Y pasado un tiempo, decide conocer al maestro Higaonna, To, especializándose, tras un largo período de aprendizaje, en las técnicas de Nama-te.
También, sintiendo una gran inquietud por las Artes Marciales, practica Kobudo, con el maestro Aragaki y el maestro Sakamoto.
Kenwa Mabuni, fija su residencia en Osaka, Japón, en donde imparte clases de Karate Do en su Universidad y a la policía. Y funda la escuela Shito-Ryu, en el año 1930.
En Karate Do existen siete escuelas o estilos dominantes: Shito-Ryu, Shoto-Kan, Shoto-Kai, Goju-Ryu, Shuko-Kai, Wado-Ryu y Kyokushin-Kai.

La escuela Shito-Ryu
El nombre de Shito-Ryu, es en honor a sus maestros Itosu e Higaona. Del primero adquiere el vocablo Shi y del sensei Higaona el To. A los que añade la palabra Ryu, que en japonés significa escuela.
Debido a la influencia de sus dos maestros, el estilo Shito-Ryu tiene dos formas de trabajo: Shuri, rápido, y Naha, fuerte. Y el uso de las posiciones es natural: Ni muy bajas, ni muy altas. Aunque en las defensas, suelen usarse posiciones mas bajas que en los ataques.
Las técnicas de mano abierta, sobre todo en defensa, se usan mucho y su recorrido es corto. Las técnicas de puño, se usan en ataques y contraataques, siendo de recorrido corto y muy rápidas. Las distintas posiciones, se utilizan en todas las direcciones, coordinando el cuerpo y la cadera, con la ejecución de la técnica. Siempre controlando al adversario, en todo el proceso de la técnica, hasta su culminación, con un contra ataque y el control total.
El sensei Kenwa Mabuni falleció en el año 1957, a los 64 años de edad. dejando a su hijo Kenzo Mabuni como heredero del estilo Shito-Ryu, su estilo de vida y de sus sabios conocimientos.



Mi sensei José Manuel Egea y Roberto Cerecedo. Fotografía copyright de Roberto Cerecedo 

El sensei Yasunari Ishimi
En España, el sensei Yasunari Ishimi, licenciado en filosofía y letras, alumno directo de la escuela del gran Mabuni, introduce el Karate Do, a final de los años setenta. En un principio, la práctica del Karate Do en nuestro país es muy tímida y casi patrimonio exclusivo de policías y cuerpos de seguridad. Y los grandes maestros elegían a sus alumnos, en un pacto no escrito. Y en el año 1970 abre su propio Dojo, el gimnasio Ishimi, donde sigue impartiendo clases. Y Funda la Asociación Shito-Ryu España. .Actualmente, España cuenta con unos 242.694 federados, 1.580 clubs y varios campeones del mundo.

El sensei José Manuel Egea, el primer español campeón del mundo
En el año 1988 el español José Manuel Egea, logra el Campeonato del Mundo en la categoría Open, de todos los pesos, en la modalidad de combate, Kumite, en El Cairo, Egipto. Siendo el primer español que lo logra. Y mantiene su reinado hasta el año 1992, en que se retira de la competición. Y su hermano Francisco, se proclama campeón igualmente de Kumite, en la categoría de menos de 70 kilos.
Mi sensei, José Manuel Egea, es el karateca español con mejor palmarés deportivo de todos los tiempos.

Mi sensei José Manuel Egea, campeón del mundo

Deme algo para comer
Salí, eso de las once de la noche, del gimnasio de mi sensei José Manuel Egea.
Normalmente, tras una productiva y placentera clase de Karate Do, solía volver a mi domicilio a esas horas nocturnas por las calles mas transitadas de la ciudad de Madrid. Pero ese día me esperaba la dulce Silvia en casa para cenar y era noche cerrada. Por lo que cogí un atajo.
Al entrar en el callejón oscuro que bordea mi edificio, que contiene un mini cine, en donde proyectan películas, en su versión original, vi a dos jóvenes de unos treinta años en su interior. Cuando llegué a su altura observé su ropa desarraigada y su extrema delgadez. Posiblemente producto o enganchados a la droga dura.
-“Denos algo para comer”, -me dijeron en cuanto pasé a su lado..
-“Lo lamento, pero no llevo nada encima”-les contesté, lo que era verdad.
Entonces, rápidamente, uno de ellos se puso delante de mi y el otro se colocó detrás.
“¡Nos va a dar todo lo que tenga, incluido el reloj!”, -me dijeron, en actitud desafiante.

El Arte de Mirar Sin Ver. Esan No Metsuke.
En las Artes Marciales, existe un antiguo concepto, aliado a toda forma de estrategia, que los grandes maestros llaman Ensan No Metsuke. Que podríamos traducir, como el Arte de Mirar Sin Ver, o de Ver Sin Mirar.
En la vida cotidiana, los ojos participan, de manera decisiva, en nuestra forma de comunicación. Y por todos es sabido que son los emisores y receptores de la fuerza o la energía con que cuentan las personas.
Existe un completo lenguaje tácito. Toda una revelación de los sentimientos, de las emociones, de los deseos, e incluso, de los pensamientos, que es emitida y percibida a través de los ojos.
La evidencia, de tales emociones, adquiere un valor relevante ante una situación de peligro.
Los samurai, que vivieron una época de crueldad en donde era totalmente necesario mantenerse en constante vigilancia, comprendieron el valor y la importancia de controlar la propia mirada. No solo para percibir las fluctuaciones emocionales de los adversarios, sino para evitar, que sus propios ojos, se convirtieran en delatores.
La mirada ha de revelar la serenidad y la calma mental del ejecutante. Y la serenidad interior, ante la agitación exterior. Un detalle de máxima importancia, a la hora de evaluar la situación real.


Desarrollo de la técnica de Haishu Uke

La evaluación de la situación

Evaluada el control real de la situación, despacio, con serenidad y decisión dejé la bolsa de deportes en el suelo.
-“¿Cómo dices?”- Volví a preguntar.
-“¡Que nos lo de todo!”- repitieron en actitud agresiva.
Sus miradas, eran las de unos jóvenes agresivos, depredadores. Pero temerosos, vulnerables, ante mi serenidad de espíritu.

No hay primer golpe en Karate
Bloqueé, con relativa facilidad, el torpe puñetazo circular con que trató de obsequiarme el que se mantenía delante de mi.
Lo hice con la palma izquierda abierta, Haishu Uke, saliendo de su línea de ataque, mientras, los dedos, de mi mano derecha se plegaron instintivamente, a la vez que el dedo pulgar los apretó fuertemente contra la palma, en Seiken. Y, sincronizadamente, en un uno - dos, golpearon la boca de su estómago que cerraba el camino de la mano desnuda, en un contundente Gyaku Tsuki.
Y, prontamente, mi pierna se recogió hasta la altura de la cadera y se extendió en un seco Yoko Geri.
Una patada lateral que estalló en el esternón del otro, el de atrás, merced a un proceso lento, de mirar mas allá de la diana, de miles de repeticiones, en la práctica austera del gimnasio de mi gran sensei Egea.


Roberto Cerecedo con el sensei Yanusari Ishimi. Fotografía copyright de Roberto Cerecedo.

El Zanshin. La Vigilancia
La aptitud serena y estable, en medio de la turbulencia del desagradable encuentro, el Metsuke, me permitió llegar a la comprensión de El Zanshin, de La Vigilancia.
Porque al recibir el impacto controlado, la fuerza de la energía se concentra sobre una pequeña área y los huesos se mueven y transmiten parte del mismo a los músculos adyacentes y otros tejidos.
Y mientras ambos se desplomaban, doloridos, salí del lugar diligentemente, sin pausa, con un gesto de desagrado, lamentando, profundamente, el inoportuno encuentro para mis adentros:
“Casi cuatro millones de personas conviven en nuestra ciudad, y habéis tenido la mala fortuna de encontraros conmigo. Aunque, al menos, posiblemente, hayáis pagado por todas las fechorías efectuadas anteriores y futuras ”.
Y durante algún tiempo estuve vigilante y evité el transitar por el mismo camino.




Desarrollo de la técnica de Yoko Geri


El Karat
e Do es una forma de vivir
Mantuve la misma actitud serena, estable y confiada, con la sonrisa ancha, que rige mi vida cotidiana, en donde, ocasionalmente, se producen otros roces incívicos, no exentos de cierta agresividad, siempre mas allá de lo necesario, que siempre he tratado de evitar.
En ocasiones, roces triviales. Pero otras tantas, por la incomprensible actitud de algunos.
Ejemplos haylos: La de un automovilista, que pone en riesgo innecesariamente la integridad física de otros. O la de una motorista, la mayoría de las veces, a bordo de una motocicleta de gran cilindrada, que invade impunemente la acera.
O la prepotencia del botellón y los ruidos, a altas horas de la madrugada de nuestros más jóvenes y la tremenda suciedad provocan.
Actitudes cercadas por los malos humos, la testosterona, el incontrolado stress.
Son muchos los momentos. Y es cierto: Conviene estar atentos, vigilantes.
El karateka nunca golpea el primero.
El Karate Do, el Camino de la Mano Desnuda, no es un modo de actuar o de comportarse en la vida, es una forma de vivir.

Roberto Cerecedo. Cinturón negro segundo dan. Escuela Shito-Ryu

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