lunes, 11 de septiembre de 2023

El once de septiembre se llama Allende

Cincuenta aniversario  del derrocamiento  estadounidense 

del Presidente chileno 

Salvador Allende

       El Presidente Salvador Allende en su primer mitin. Fotografía © Fundación Salvador Allende   

Un mito 
El viernes, 11 de septiembre del año 1973, convirtió al Presidente de Chile, Salvador Allende en un mito.
El brutal bombardeo del Palacio Presidencial de La Moneda, la belleza, la profundidad y el dramatismo de sus últimas palabras dirigidas a la nación y al mundo, su humanidad y su actitud e  inmolación  en defensa de la democracia y las libertades, lo convirtió en inmortalidad.
Fue médico cirujano, socialista, agnóstico y masón. 
Un hombre decidido a resistir hasta la muerte, en la defensa de los valores y principios democráticos y la historia le convirtió en inmortal.
 
 
 El Presidente Salvador Allende y el poeta chileno Pablo Neruda. Fotografía © Fundación Salvador Allende
 
De clase media acomodada y de izquierdas
Salvador Allende provenía de una familia media de clase acomodada. Su padre era abogado y notario y su abuelo, Ramón Allende Padín, fue diputado, senador y jefe de los servicios médicos durante la guerra del Pacífico. 
Salvador Allende se aproximó a las posiciones de izquierdas en  cuanto cursó estudios de secundaria en la ciudad chilena de Valparaiso y tras realizar el servicio militar como voluntario, estudió medicina en la Universidad de Chile y luchó contra la dictadura de Carlos Ibañez, desde el Grupo Avance, aglutinador de los estudiantes de izquierdas.
Desde Valparaiso, en donde trabajó como médico, contribuyó en la fundación del Partido Socialista Chileno.
Fue elegido Diputado a la edad de veintiocho años y antes de ser elegido Presidente de Chile en el año 1970, encabezó cuatro campañas presidenciales sucesivas.
En cuanto fue investido Presidente impulsó el Proyecto Cybersyn, para la implatación de un proyecto cibernético en Chile, capaz de impulsar y organizar la economía de manera distinta al  sistema de mercado capitalista. 
 

 Salvador Allende en un mitin de la Unidad Popular. Fotografía © Fundación Salvador Allende 
 
Telegrama de protesta a Hitler
El por aquel entonces diputado Salvador Allende, junto a otros sesenta y seis parlamentarios chilenos, envió un telegrama de protesta a Adolf Hitler, en la Noche de los Cristales Rotos, "Para protestar por la violencia ejercida contra la población judía alemana".
 
Condena de la invasión militar checoslovaca
En la noche del veinte de agosto de 1968 dos mil carros de combate y doscientos cincuenta mil soldados, de  Rusia, Bulgaria, Hungría, Polonia y de la República Democrática Alemana, invadieron Checoslovaquia para liquidar las reformas democráticas emprendidas por el Presidente checoslovaco Alexander  Dubcek.
Salvador Allende condenó enérgicamente la invasión militar desde el Senado de Chile. 
  
Apoyo al Gobierno de España
Asimismo, con ocasión de la sublevación franquista contra el Gobierno en España, promovió que todos los partidos de la izquierda chilena: " Fueran solidarios con la resistencia de la República Española contra el fascismo".   
 
 
El general golpista Augusto Pinochet. Fotografía © Fundación Salvador Allende 
 
La orden de derrocamiento estadounidense 
Hoy lunes, once de septiembre del año 2023, se cumple la Conmemoración del Cincuenta Aniversario  del Derrocamiento del Presidente chileno Salvador Allende por los estadounidenses y el establecimiento de una cruel dictadura, ejecutada por el general chileno Augusto Pinochet, responsable directo de numerosos casos de personas desaparecidas, torturas y crímenes de lesa humanidad.
Existen numerosos testimonios de que el derrocamiento fue impulsado y ordenado por el Gobierno Estadounidense.
 
Detención Pinochet
Tras la cruel dictadura, el juez español Baltasar Garzón consiguió que la justicia transpasara fronteras. 
Ordenó la detención y puesta en manos de la justicia, del dictador chileno Augusto Pinochet en el año 1998. 
Primero en Argentina, en el año 1996. Cuando la Unión de Progresistas y Fiscales de España presentó la denuncia de detención. Luego en Londres, en el año 1998.
En la capital británica llevó a cabo una estrategia discreta para poder tomar declaración a Pinochet a su paso por Londres por crímenes de Lesa Humanidad. Pero cuando la policía británica metropolitana de New Scontland Yard le dijo que no podía retenerlo, decidió ordenar la detención de Pinochet.
Las apelaciones presentadas por la defensa de Pinochet corrieron diversa suerte, hasta que el dos de marzo del año 2000, el Ministro del Interior británico resolvió liberarlo por razones humanitarias, debido a su estado de salud. El dictador muríó seis años después, en  el mes de diciembre de 2006 en el Hospital Militar de Santiago de Chile, a los 91 años de edad.
 
La sombra estadounidense es alargada
En aquellos años Chile vivía tiempos convulsos, en una America Latina gestionada por crueles dictadores apoyados por los Estados Unidos: 
Pérez Jimenez gobernaba en Venezuela, Leónidas Trujillo en la República Dominicana, Fulgencio Batista en Cuba, Rojas Pinilla en Colombia, Alfredo Stroessner en Paraguay, Anastasio Somoza en Nicaragua y el dictador François Duvalier, más conocido con el sobrenombre de Papa Doc, en Haití.
Sucesivamente, diferentes administraciones estadounidenses se encargaron de apoyar y sufragar, económica y militarmente, todos los golpes de Estado en América Latina y sostener sus dictaduras. 
La intervención de los Estados Unidos en todas las Eleccciones Chilenas fue muy importante.
Apoyaron al ex presidente de la derecha Jorge Alessandri o al candidato de la Democracia Cristiana, Eduardo Frei.
 
 
 Celebración del triunfo electoral del presidente Salvador Allende. Fotografía © Fundación Salvador Allende
 
Acuerdo de los partidos de izquierda
Ante ello,  el Presidente  chileno Salvador Allende propuso y consiguió un acuerdo de partidos de izquierda para la gobernabilidad del país. 
Chile fue el único pais de todo Ámérica en donde las fuerzas de izquierda, de socialistas y comunistas, constituyeron un frente popular: La Unidad Popular UP.
Pero todo cambió el viernes cuatro de septiembre de 1970 con el triunfo electoral de Salvador Allende, que significó una contundente derrota para los estadounidenses. Puesto que para Washington:  "Los marxistas nunca podían llegar al poder mediante elecciones democráticas". "Solo a través de la violencia revolucionaria".
 
La frescura de sus principios y de sus valores
El Presidente Allende propulsó un socialismo en democracia, pluralista y en libertad.
Los principios y los valores de aquel hombre legendario aún hoy perviven. Y medio siglo después del su derrocamiento y de su muerte, conservan aún intacta su frescura.
Los valores de democracia, derechos humanos, pluralismo, justicia social. libertad y socialismo, cincuenta años después de aquel viernes once de septiembre de 1973, han derrotado a la muerte y le han hecho inmortal. 
El once de septiembre tiene nombre: El once de septiembre se llama Allende.   
       
 
El Palacio de la Moneda ardiendo tras el bombardeo. Fotografía © Fundación Salvador Allende
 
El Golpe
Hoy lunes, once de septiembre de 2023, se conmemora el Cincuenta Aniversario del Bombardeo del Palacio de la Moneda, sede oficial del Gobierno legítimo de la Presidencia de la República de Chile.
Como se sabe, a las nueve horas y treinta minutos, del día once de septiembre del año 1973, las tropas del General Augusto Pinochet, apoyadas por la administración estadounidense, bombarderon el palacio presidencial. El Presidente no salió vivo de La Moneda.
 
La participación directa en el Golpe de Estado de los Estados Unidos de América es clara
Al cumplirse el Cincuenta Aniversario del Derrocamiento del Presidente de Chile, Salvador Allende, son numerosos los documentos estadounidenses, considerados de máximo secreto, los que corfirman que la administración estadounidenses apoyó y ordenó derrocar al presidente chileno Salvador Allende.
En ellos, en  estos Documentos Top Secret, ahora desclasificados, se detalla la participación directa de los Estados Unidos de América en el golpe de Estado, en la dictadura chilena y de como el general golpista Augusto Pinochet tramó la conspiración desde un año antes.   
 
 

El Secretario de Estado estadounidense, Henry Kissinger, saluda al General golpista Augusto Pinochet
Fotografía © Fundación Salvador Allende    

Documentos desclasificados
Son mas de dieciseis mil los documentos desclasificados. 
Entre ellos, en un documento de la Agencia Central de Inteligencia Estadounidense, fechado el día veintisiete de septiembre del año 1972, la CÍA asegura: 
"El Presidente chileno Salvador Allende debe ser forzado a abandonar el poder o ser eliminado físicamente".
Otros informes señalan: 
"El general Pinochet", por aquel entonces Jefe del Estado Mayor del Ejército Chileno, "viajó de incógnito a Panamá a principios del mes de septiembre, para negociar la compra a Estados Unidos de diverso material militar, incluidos aviones de combate y tanques de última generación".
Otro de los documentos de la CÍA dice: 
"Pinochet se reunió en el país centro americano con oficiales y altos mandos del ejército estadounidense y se le confirmó que los Estados Unidos apoyaría un golpe en contra del Presidente Salvador Allende, con la logística, el armamento y los medios necesarios".
La CÍA, cegada por el anticomunismo y durante una década, varios de sus informes indican: 
"La administración estadounidense suministró, millones de dólares USA, a los partidos de derechas para financiar el golpe de Estado y contener la amenaza marxista".
Tambien, en otro informe oficial, se especifica las medidas necesarias para socavar al nuevo Gobierno chileno:
-"La coordinación, de los necesarios esfuerzos, con las dictaduras militares afines de países contiguos como Brasil y Argentina". 
-"El bloqueo de los préstamos internacionales a Chile".
-"El presionar a las empresas americanas para que abandonen el país". 
-"La manipulación, a la baja, del precio del cobre chileno en los mercados internacionales, para acelerar la bancarrota".
Incluso, el Director de la CÍA en persona, escribió, de su puño y letra: 
"Si hay manera de derribar a Allende, lo mejor es hacerlo".  
El Secretario de Defensa estadounidense afirmó rotundo:  
"Tenemos que hacer todo lo que podamos para perjudicar a Allende y derribarlo"
El Embajador estadounidense, Nathaniel  Davis, se entrevistó con el Ministro de Relaciones Exteriores chileno, el Contra Almirante Ismael Huerta, el 24 de septiembre, para entregarle, en mano, una nota diplomática del Presidente Nixon y del Secretario de Estado Kissinger:
"El presidente estadounidense, Richard Nixon, y su Secretario de Estado, Henry Kissinger, reconocen  la legitimidad de la dictadura militar de Augusto Pinochet".

Admitida la participación
Algunas otras voces estadounidenses, han admitido también la agresión contra el Gobierno chileno.
El Subjefe de la Delegación de los Estados Unidos, ante la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Brady Tyson, lo admitió el ocho de marzo del año 1977: 
"Seríamos poco sinceros con nosotros mismos y con nuestro pueblo, si no expresamos nuestro más profundo pesar  por el papel que algunos funcionarios gubernamentales, instituciones y grupos financieros privados americanos desempeñaron  en la subersión contra el Gobierno de Chile, del Presidente Salvador Allende, elegido democráticamente y que fue derrocado por el golpe militar del once de septiembre de 1973".
Igualmente, alguien tan autorizado como el Secretario de Estado estadounidense, Colin Powwell, dijo el veinte de febrero del año 2003, un par de semanas antes de la invasión de Irak:
"Sobre lo que ocurrió con el señor Salvador Allende, no es una parte de la historia estadounidense de la que estamos orgullosos"     
 
Autorización de la CÍA
Asimismo, otros informes señalan, el día quince de septiembre de 1973, once días después de la victoria electoral del candidato del partido de la Unidad Popular UP, Salvador Allende en las Elecciones Presidenciales:
"El Presidente estadounidense Richard Nixon y el Asesor del Consejo de Seguridad Nacional y Secretario de Estado, Henry Kissinger, habían autorizado a la CÍA a perpetrar el Golpe de Estado Chileno".    
El propio general golpista recuerda, en uno de sus  libros de memorias:
"Lo más interesante fueron mis conversaciones con el comandante estadounidense de la Zona del Canal, general Underwood, de cuatro estrellas, que me recibió en su Cuartel General  con honores de Jefe de Estado".
Otro de los documentos de la CÍA dice: "Pinochet fue el ultimo de los actores principales en ocupar su lugar". 
"Puesto que se pensaba que había mantenido una absoluta lealtad al Gobierno de Chile".
 

El  Arzobispo de Santiago, Raúl Silva, saluda al Presidente Salvador Allende
 Fotografía © Fundación Salvador Allende 
 
Puede costarnos la vida
Lealtad que Pinochet mantuvo hasta la tarde del nueve de septiembre del año mil novecientos setenta y tres.
Ese día el Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea, Gustavo Leigh se acercó al domicilio del General  Pinochet y le hizo firmar un documento redactado por el Vicealmirante José Toribio Merino en el que se decía que: 
"El Día D, será el día once de septiembre. Y la Hora H, las 06:00 horas".
Dicen, los dos protagonistas, que antes de firmar el General Pinochet permaneció unos momentos pensativo y que le preguntó al Comandante Gustavo Leigh.
"Pero, ¿Te das cuenta, Comandante, que todo esto nos puede costar la vida?"
"Si. Claro que si. Mi general". 
Como decía el mítico periodista y escritor Francisco Cerecedo: 
"Los ladrones que discuten acaloradamente por el  reparto del botín en el garaje, huyen todos juntos en el mismo automóvil al oir acercarse la sirena de la policía".

Todos los pasos de los sublevados
Setenta y dos horas antes del Golpe de Estado, un mensaje desclasificado de la CÍA Chilena, enviado a la CÍA Estadounidense con sede en Washington, el día ocho de septiembre, detalla todos y cada uno de los pasos que siguieron los sublevados el día once de septiembre del año 1973, para derrocar al Gobierno legítimo de Salvador Allende:   
1-"Conforme a lo pactado, la Marina tiene como fecha de inicio la acción, para derrocar al Gobierno de Allende en Valparaiso a las ocho horas y treinta minutos el día diez de septiembre".
2-"La Fuerza Aérea FAC apoya esta iniciativa después que la Armada inice las acciones necesarias para tomar la provincia de Valparaiso y dirigir un ultimátun exigiendo la renuncia de Allende y amenazando con tomar Santiago"
3-"Después de que la Armada emprenda esta acción contra el Gobierno, la FAC silenciará todas las radios gubernamentales".
4-"Al mismo tiempo, establecerá una cadena nacional usando las estaciones radiales de la oposición, como las emisoras Agricultura, Balmaceda y Minería".
 
Conocimiento estadounidense de la conspiración
Era tal el grado estadounidense de conocimiento y de apoyo de la conspiración, que todos los agentes del Servicio de Inteligencia Estadounidense enviaron un mensaje dos días antes del golpe, el nueve de septiembre, a todas las Legaciones en donde anunciaban: 
"Las acciones de la Armada chilena se realizarían el once de septiembre".
El mensaje finalizaba diciendo: 
"El Presidente Allende se enfrenta a las seria amenaza para continuar en su cargo desde que fue electo, hace tres años".  

 
El Presidente Salvador Allende y sus escoltas en La Moneda. Fotografía © Fundación Salvador Allende 
  
El Presidente Allende llega a La Moneda
El once de septiembre del año 1973 el Presidente Salvador Allende llegó al Palacio de la Moneda temprano, a las siete horas y treinta minutos, acompañado por un puñado de militantes socialistas, empuñando el fusil de asalto AK soviético, regalado por.su amigo Fidel Castro, con una dedicatoria grabada en la culata, en una placa metálica dorada:  "A Salvador, de su compañero Fidel".
Desde su despacho Allende telefoneó a los comandantes en jefe de los tres ejércitos de tierra, mar y aire sin resultado. 
 
Primera alocución al pais
A las siete horas y cincuenta y cinco minutos se dirigió a los chilenos por primera vez a través de las radio:
"Habla el Presidente de la República desde el Palacio de la Moneda".
"Un sector de la marinería ha aislado Valparaiso y la ciudad está ocupada, lo cual significa un levantamiento militar en contra del Gobierno legítamente constituído, amparado por la ley y la voluntad del ciudadano".
 
Segunda alocución 
A las ocho horas empezó el asedio militar al Palacio de la Moneda y el vicealmirante golpista José Toribio Merino lanzó la primera proclama.
La voz metálica, sugerente y tranquila del Presidente Allende salió de nuevo al aire:
"Las noticias que disponemos en estos instantes, nos revelan la existencia de una insurrección de la Marina en la provincia de Valparaiso y he ordenado que las tropas del ejército se dirijan a Valparaiso para sofocar el intento golpista".
"Tengan la seguridad de que el Presidente permanecerá en el Palacio de la Moneda defendiendo al Gobierno".
"Deben permanecer atentos en sus lugares de trabajo a la espera de mis informaciones".
"Las fuerzas leales, respetando el juramento hecho, aplastarán el golpe fascista que amenaza a la patria". 
  
Tercera alocución
A las ocho horas y cuarenta y cinco minutos informó de la gravedad de la situación y se despidió de los chilenos:
"La situación es grave"
"Defenderé el Gobierno legítimo".
"No dejaré La Moneda" "
"Solo acribillándome a balazos podrán impedir la voluntad popular".

Cuarta alocución
A las nueve horas se dirigió, en la que sería su penúltima vez, a su pueblo:
"En estos momentos están pasando los aviones. Es posible que nos acribillen".
"Es un momento duro y difícil"
"Pero la historia no se detiene ni con la represión, ni con el crimen".
"El mañana será del pueblo".
"La humanidad avanza siempre para la conquista de una vida mejor. 
 
 
El presidente Salvador Allende y su esposa Hortensia Bussi, saludando desde el balcón de La Moneda. 
Fotografía © Fundación Salvador Allende 

Quinta y última alocución
Los aviones golpistas habían destruido las torres de transmisión de las radios Portales y Corporación. Quedaba tan solo la torre de emisión de la Radio Magallanes.
A las nueve horas y veinte minutos el Presidente Salvador Allende llamó por teléfono a Radio Magallanes.
De pie, con el teléfono asido con firmeza y el casco puesto, se dirigió a los chilenos por última vez:
"Esta será, seguramente, la última oportunidad de dirigirme a ustedes mediante Radio Magallanes".
"La fuerza aérea ha bombardeado las torres de transmisión de Radio Portales y de la Radio Corporación".
"Mis palabras no tienen ninguna amargura sinó decepción y serán el castigo moral contra la traición y la felonía, para los que han traicionado el juramento que hicieron de lealtad al Gobierno de la Nación".
"En este momento definitivo, el último en el que tengo la ocasión de dirigirme a ustedes, quiero denunciar la agresión de Washington. El capital foráneo y el imperialismo estadounidense creó el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradicción".
 
El discurso más hermoso
"Seguramente Radio Magallanes será acallada enseguida y el metal tranquilo de mi voz ya no les llegará a ustedes". Dijo con una voz serena y tranquila en el que fue su discurso más hermoso.
"Pero no importa. Siempre estaré entre ustedes"
"Mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal a su pueblo".
"Tengo fe en Chile y en su destino".
"Otros hombres superarán este momento amargo y gris en donde  la traición pretende imponerse"
     
Se abrirán las grandes alamedas    
"Estas son mis últimas palabras", prosiguió. "Pero tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano".
"Sigan ustedes sabiendo, que mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pasará el hombre libre  para construir una sociedad mejor".
 
 
El cuerpo de Salvador Allende es sacado de La Moneda. Fotografía © Fundación Salvador Allende  

Habla el jefe de los golpistas
Dos horas y media después, a las diez horas y treinta minutos, el Jefe de los golpistas, el General Augusto Pinochet, emite un bando desde Radio Agricultura:
"Declaro depuesto el Gobierno Constitucional, por quebrantar los derechos fudamentales y destruir la unidad nacional".
"Por las razones someramente expuestas, las Fuerzas Armadas han asumidio el deber moral que la patria les impone de destituir al Gobierno, asumiendo el poder por el solo lapso en que las circunstancias lo exijan".

Ofrecimiento para abandorar el país
Una hora antes, a las nueve horas y treinta minutos, el vicealmirante golpista Patricio Carvajal ofreció al Presidente Salvador Allende la posibilidad de abandonar Chile, junto con su familia y sus colaboradores más cercanos. Oferta que el Presidente Allende rechazó de plano.  
 

 El presidente Allende con su esposa y sus nietos. Fotografía © Fundación Salvador Allende 
 
El ofrecimiento transmitido en directo
La realidad de este ofrecimiento tuvo su añadido cruel o más oscuro:  
El Vicealmirante Carvajal informó, por radio, al jefe de los golpistas, el General Augusto Pinochet de la negativa de Allende de abandonar Chile. 
Pero lo hizo con el micrófono de la comunicación entre ambos abierto y todos los chilenos pudieron escuchar en directo, como Carvajal le decía a Pinochet, fuera de si:
-"¡Tenemos que matarlos a todos como a ratas! ¡Que no quede rastro de ninguno de ellos! ¡En especial de Salvador Allende! ¡Nada de parlamentar! ¡Rendición incondicional!"
-"Bueno. Si. Conforme. Rendición incondicional. Y se le toma preso. Ofreciéndole respetarle tan solo la vida".
 
El avión se cae, viejo
-"O sea. Que se mantiene el ofrecimiento de sacarlo del país"
-"Si. Se mantiene el ofrecimiento de sacarlo del país. Pero el avión se cae, viejo. Cuando vaya volando". Le confirmó el jefe de los golpistas, Augusto Pinochet.   
 
 
De izquierda a derecha, sus hija Carmen, Salvador Allende, su hija Isabel y su hija Beatriz.
 Fotografía © Fundación Salvador Allende 
 
Contarlo todo en detalle
A las diez de la mañana, el Presidente Salvador Allende reunión a todas las personas que le acompañaban: Ministros, su equipo médico, el equipo de trabajadores de La Moneda, su escolta personal, sus hijas:
"No contamos con las fuerzas leales militares necesarias". "Yo he tomado hace horas mi decisión: 
No renunciaré, no me iré del país, ni abandonaré La Moneda. Lucharé hasta el final".
"Les agradezco a todos ustedes la lealtad y la colaboración que siempre me han prestado, pero quiero decirles que no debe haber víctimas inútiles". "La mayoría de ustedes son jóvenes, tienen mujer e hijos pequeños. 
Tienen un deber ineludible con ellos y con el pueblo de Chile".
Luego se dirigió al español Joan Garcés, su .Asesor Político Personal y licenciado en derecho:
"Usted tiene que partir el primero. Alguien tiene que contar lo que aquí ha pasado hoy y solo usted puede hacerlo con todo detalle".
Su Asesor asintió y el Presidente le acompañó hasta la puerta de salida, en donde se dieron un fuerte abrazo.
 
 

El Presidente chileno, Gabriel Boric, preside el  Homenaje del Cincuenta Aniversario de Salvador Allende,  el lunes, 11 de septiembre de 2023, en Santiago de Chile. Fotografía © Javier Torres AFP 
 
El actual Gobierno de Chile buscará a los más de mil desaparecidos
Es el proyecto más importante del actual Presidente de Chile, Gabriel Boric:
El buscar a mas de mil personas desaparecidas.
Está destinado a conocer las circunstancias por el que pasaron las personas que fueron detenidas, desaparecidas y ejecutadas por la dictadura de Pinochet. Y cotejar sus datos, con los cientos de investigaciones judiciales que aún siguen abiertas en los tribunales chilenos.
Conforme a los datos facilitados por el Ministerio de Justicia chileno, han sido unas cuarenta y cinco mil las victimas, durante los diecisiete años de dictadura y doscientas mil las personas exiliadas.
De ellas, al menos tres mil doscientas personas fueron asesinadas, mil cuatrocientas sesenta y nueve fueron víctimas de  desapariciones forzosas y unas mil noventa y dos, corresponden a detenidos desaparecidos.
Además, todavía hay trescientas setenta y siete personas ejecutadas, cuyos cuerpos no han sido entregados a sus familiares, al no haber podido ser identificados.
 
La memoria democrática
"La única posibilidad de construir un futuro mejor, más sólido, libre, robusto y respetuoso con la vida y la dignidad humana, es el conocer toda la verdad". Ha afirmado el Presidente Gabriel Boric, en los actos conmemorativos del Cincuenta Aniversario de Salvador Allende celebrado en Santiago de Chile, hoy lunes, 11 de septiembre de 2023..
Con el necesario respeto a la Ley de Memoria Democrática y al fin de la impunidad  franquista y pinochetista, se construye un país mejor, más digno y más justo. 
 
 
Retrato del cantautor chileno Victor Jara. Fotografía © Fundación Salvador Allende 
 
Victor Jara
Las torturas, al catautor chileno Victor Jara, duraron varios días. 
Murió a causa de los numerosos golpes en el rostro y en todo el cuerpo, por las patadas y los  impactos de culata de las metralletas.
Su cuerpo, con cincuenta y seis fracturas, fue arrojado sin piedad a un descampado próximo al Cementerio Metropolitano de Santiago de Chile, antes de recibir cuarenta y cuatro impactos de bala.
El asesinato del cantautor chileno y militante comunista, Víctor Jara, hace hoy cincuenta años, autor de la icónica melodía Te recuerdo Amanda, una canción totalmente prohibida en el Chile de Pinochet, la canción más popular, tras el himno nacional chileno, es una herida abierta a la cruel dictadura que siguió al golpe de Estado.
El crimen, fue perpetrado por ocho jóvenes militares, identificados con nombres y apellidos: 
Hugo Sánchez Marmonti, Pedro Pablo Barrientos Núñez, Raúl Jofré González, Edwin Dimter Bianchi, Nelson Haase Mazzei, Ernesto Bethke Wulf, Juan Jara Quintana y Hernán Chacón Soto.
Los seis militares últimos fueron detenidos por la justicia y condenados por su secuestro y homicidio a veinticinco años de cárcel. Los dos primeros, Sánchez y Barrientos, permanecen huidos de la justicia.
El asesinato del cantautor Victor Jara es una muestra de la brutalidad, el horror y la barbarie sin sentido de la dictadura pinochetista. 
 
Ya lo dijo Víctor Jara:
   
Te recuerdo Amanda,
la calle mojada, 
corriendo a la fábrica donde trabajaba Manuel.
 
La sonrisa ancha, la lluvia en el pelo
No importaba nada,
ibas a encontrarte con él
Con él, con él, con él, con él

Son cinco minutos
La vida es eterna
En cinco minutos

Suena la sirena
De vuelta al trabajo
Y tu caminando lo iluminas todo
Los cinco minutos
Te hacen florecer

Te recuerdo Amanda
La calle mojada
Corriendo a la fábrica
Donde trabajaba Manuel

La sonrisa ancha
La lluvia en el pelo
No importaba nada
Ibas a encontrarte con él
Con él, con él, con él, con él

Que partió a la sierra
Que nunca hizo daño
Que partió a la sierra
Y en cinco minutos
Quedó destrozado

Suenan las sirenas
De vuelta al trabajo
Muchos no volvieron
Tampoco Manuel

Copyright © Roberto Cerecedo. Todos los derechos reservados.

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Escrito en la soleada y calurosa madrugada del lunes once de septiembre del año dos mil veintitres, con ocasión de la Conmemoración del Cincuenta Aniversario del Golpe de Estado Chileno, propiciado por los Estados Unidos de América contra al Presidente Salvador Allende. 

Festividad de Nuestra Señora de la Santa Cueva. Fiel protectora de las personas sin cobijo y patrona de los espeólogos.